lunes, 15 de marzo de 2021

Informe marzo 2021

 Neomenia (Luna Nueva) del 13 de marzo de 2021, en 23º 04´ de Piscis


¿Qué es este informe?

En el comienzo de cada ciclo tenemos la oportunidad de sincronizarnos con él y de dar inicio a planes, proyectos o propósitos. Esto es análogo a la siembra o plantación. Es esta una metáfora poderosa para nuestro pensamiento mágico, basado esencialmente en la analogía y la intuición. Esto nos permite alinearnos con una realidad objetiva (que nos trasciende e incluye) tal como es la danza cósmica de la estrella dadora de vida de nuestro sistema, el Sol, y el cuerpo gigante del satélite de nuestro planeta, la Luna.

En la primera parte abordamos el mapa del cielo en el momento de la lunación, en el cual aparecen no solo las luminarias, sino también el resto de planetas significativos de nuestro sistema solar, configurando a nuestro modo de ver, un gigantesco reloj con diversas manecillas que marcan la hora celeste.

En la segunda parte valoramos el grao zodiacal en el que se produce el encuentro de las luminarias y su simbolismo dentro del esquema de los símbolos sabianos, un compendio de imágenes alegóricas de las peculiaridades de cada uno de los grados del zodiaco.

En la tercera parte exponemos algunas de las interpretaciones asociadas a las tipologías básicas del signo zodiacal en el que se produce la lunación.

En la cuarta parte exponemos el extracto del libro Ángeles y Genios de la astrología caldea correspondiente a ideas y conceptos asociados al decanato y par de grados donde se produce la conjunción del Sol y de la Luna, entendidos como entes regentes o afines con tal zona zodiacal y que, tradicionalmente se han utilizado en procesos de corte mágico para sintonizar con alguno de sus simbolismos.

En la quinta y última parte exponemos las conclusiones que nos parecen más relevantes para orientarnos en este mes lunar.

 

Informe de la situación global desde el punto de vista cósmico y simbólico

En el mapa del momento de la lunación, levantado para la capital de España, vemos que hay una gran concentración en menos de cuatro grados de la eclíptica formada por el Sol, la Luna, Venus y Neptuno.

Respecto al horizonte local de Madrid (valido para España) esto se produce en la cúspide de la undécima casa. Lo que se puede interpretar como un momento excepcionalmente inspirador para iniciativas de tipo comunitario o colectivo que busquen plasmar de algún modo valores abstractos y trascendentes. Grupos de amigos que se sientan impulsados a realizar algún tipo de asociación o comunidad de intereses o afinidades relacionadas con el tipo primordial pisciano. La esfera de los simbólico es muy amplia pero podemos poner algunos ejemplos resultantes de combinar algunos conceptos elementales. A partir de sentirse parte de algo mayor que la propia individualidad (sea por intuición, meditación, asombro o voluntad) y sabiendo que otros comparten esa misma experiencia y valores, ponemos en marcha procesos de vinculación en orden a lograr determinados propósitos, bien para la superación de problemas pasados o bien para lograr cambios y transformaciones de condiciones nocivas o imperfectas, con la certeza de que podemos ser parte del proceso y colaborar en el alivio o la mejoría de situaciones de sufrimiento, injusticia o dolor.

Obviamente esto puede tomar muy distintos aspectos. Pueden ser iniciativas de carácter artístico, místico, religioso, filosófico, matemático u otras. Sea cual sea la forma en la que se encarnen las palabras clave serán integración y aceptación, o bien sus opuestas, disolución y transformación.

Por otra parte, seguimos en la fase naciente del nuevo ciclo comenzado el 21 de diciembre pasado. Las cosas empiezan a tomar forma y moverse. Hay una premura en disipar las incertidumbres enfocando la atención en la creación de una nueva identidad acorde a los tiempos. Estamos aprendiendo a vivir el presente. Algunas experiencias del pasado pueden ser fuente de inspiración. Los nuevos intentos son aprendizajes por los que hemos de pasar. En el contraste de lo viejo y lo nuevo encontramos un campo de expresión renovado, vital, poderoso, que nos permite concentrarnos y reforzar el sentido de la nueva identidad que somos. La guerra no ha terminado, solo cambia nuestro papel en ella.

Los sentimientos de bloqueo y frustración siguen ahí, asaltándonos en la soledad, en los sueños, tras cada difícil recuerdo de lo que fue y nunca volverá a ser. Y ese potencial de ira contenida pide nuevos modos de acción. En la medida en que superemos la parálisis y encontremos motivación para la acción, cada vez será más sencillo reconocernos en el presente. Acciones simples, directas, como niños que juegan a descubrir sus talentos. No somos nuestros enemigos si no esperamos ser nuestros amigos. Somos los protagonistas de nuestra propia narración.

Quizá nuestro sentido del destino, del propósito vital, esté tan tocado que sintamos rechazo a generar uno nuevo. No importa. Rebajemos las expectativas y la presión por conseguir determinados resultados. Simplemente juguemos a descubrir nuestros talentos, lo que de modo natural y no premeditado se nos da bien. Y contemplemos nuestras carencias como retos para el crecimiento y la adquisición de habilidades que complementen los talentos. En realidad, sigue siendo el mismo juego de siempre, solo que despojado de muchas adherencias ocurridas en nuestra vida pasada. Estamos en una situación excelente para vivir ahora y descubrir todas las oportunidades a nuestro alcance.

En lo colectivo, nuestra cultura se reinventa movilizada por las fuerzas de la homeostasis, la elasticidad biológica y evolutiva que nos hace tender hacia el equilibrio adaptativo. Como después de un terremoto, seguimos evaluando los daños, viendo que edificios son irrecuperables y marcarlos para la demolición. También viendo lo que ha sobrevivido, aunque tenga que ser usado de otro modo. Intactas han quedado pocas cosas, pero son nuestros recursos más valiosos y probablemente sean los más intangibles: ternura, entrega, confianza, afecto, gozo y contemplación. Muchos en la estructura social siguen, innecesariamente, demandando que otros les resuelvan sus problemas, que se les compense de sus pérdidas, reales o supuestas. Pero eso, igual que en lo individual, es un apego a las condiciones del pasado. Es sano pedir ayuda cuando se precisa, pero también es sano y necesario saber ayudar en la medida que podamos.

 

Aspectos genéricos en relación al signo zodiacal

Valores asociados a Piscis:

El signo final del invierno boreal, tradicionalmente en los últimos siglos, está marcado por los valores cristianos de la cuaresma y de la inminente llegada del equinoccio de primavera y la consiguiente pascua litúrgica.

No es que el cristianismo haya inventado de la nada estás fiestas, sino más bien ha ritualizado y formulado la sabiduría antigua que entiende el mes de el Sol en Piscis como un tiempo para la limpieza, externa e interna, que depure al organismo de los efectos nocivos del parón invernal y lo prepare para el estallido de luz y fogosidad que se produce en la primavera. Es tiempo por tanto de revisar posesiones, actitudes y pensamientos que ya no tienen nada que aportar. Momento para hacer balance de quienes somos y cómo nos sentimos, de prepararnos para desprendernos de lo viejo y caduco, conectar con lo esencial y sintonizar con la renovación en todos los planos.

Esto puede producirse en planos o esferas inconscientes, en los sueños o fantasías, en las sutilezas de aromas o colores que remueven nuestros sentimientos, ablandan nuestros corazones llenándonos de nostalgias o hastíos insoportables. Quizás conectando de modo empático con el sufrimiento de nosotros mismos y otras personas, animales o plantas que nos hagan experimentar la futilidad o toxicidad de la existencia. Estos son síntomas de nuestra debilidad que, en el mejor sentido de la palabra, nos permite eludir el orgullo de otros momentos en los que nos creemos inmunes o por encima de las necesidades o tribulaciones ajenas.

Entrar conscientemente en ese dolor sutil, en esa impotencia y vulnerabilidad inherentes a nuestra naturaleza limitada, puede despertar la sensación de impotencia. Y de la impotencia nacerán las lágrimas y se producirá el milagro. Pues llorar es experimentar la liberación del orgullo y la presunción, es sabernos mortales e incapaces de cumplir todas las ansiedades y expectativas con las que cargamos, hayan nacido de nuestra mente o hayan sido asumidas a partir de los mandatos sociales o familiares.

Llorar es descubrir la falsedad de la vida que nos han contado o que nos hemos creído. Llorar es llover nuestra alma a través de los ojos para fertilizar una nueva vida, más real y acorde con la verdad.

La semana santa ha permitido durante siglos ser el momento en que podemos llorar ante la impotencia del hijo de dios que se muere, así como empatizar con el sufrimiento de sus familiares y amigos. Más allá de compartir todo el ideario de una determinada religión, podemos entender los hechos objetivos que se producen mediante la simple observación de las costumbres sociales. Iniciamos el invierno con la alegría de un nacimiento y lo terminamos con la tristeza de la muerte, para renacer (resucitar) en el comienzo de la primavera.

De modo análogo lo podemos vivir en nuestra vida particular y concreta, revisando todo aquello que nos causa dolor y sufrimiento, aceptando la realidad de quienes somos y los efectos del paso del tiempo, antes de resucitar con la luz y el calor de una nueva vida estacional.

Recordemos lo visto el mes pasado cuando hablamos de los tipos de amor. Este es el mes del ágape, el amor impersonal por excelencia. No porque las personas desaparezcan, sino porque, usando el lenguaje tradicional, no hacemos acepción de persona alguna. Cómo nos recuerda el diccionario, no hacer acepción de personas es no favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras por algún motivo o afecto particular.

En otras palabras, esto es el amor universal.

Y no es patrimonio de la cultura cristiana o judeocristiana. Chenrezig, que literalmente quiere decir ojos que miran, es el buda de la compasión en el lamaísmo o budismo tibetano. Y como decíamos, la mirada limpia del niño que aún no tiene experiencia o del adulto que ha experimentado y llorado por el sufrimiento, es la mirada más tierna y clara que podemos tener.

Este amor impersonal, compasión, ágape o caridad, es la esencia más valiosa que podemos asociar a la fase zodiacal de Piscis. Es la vivencia del protagonismo de amar liberado del objeto amado. Comprenderlo y cultivarlo más allá de los momentos en los que supera nuestras barreras cotidianas de comprensión es todo un modo de vida que no está al alcance de todos por igual. Pero experimentarlo y recordar que tenemos ese potencial es algo que no conviene olvidar pues es la puerta a las dimensiones más sutiles de nuestra naturaleza de seres que forman parte de un ente mayor, tenga este la denominación, cualidades o forma abstracta o concreta que tenga para cada uno de nosotros.

El tiempo de piscis es el de la entrega confiada a las fuerzas que reiteradamente hemos comprobado que nos superan. Una de sus palabras claves es realidad.

Hay una realidad que deriva de res, la cosa tal cual es. El mundo de lo percibido por nuestros sentidos e interpretado a la luz de nuestra experiencia.

Hay una realidad que deriva de rex, el principio regente que describe lo que es y no es real, y que otorga la interpretación correcta para que el resto vivan en ese reino de la realeza.

Hay una realidad aún más abarcadora que incluye la aparente disyuntiva de lo imaginario como parte de la realidad. El mundo imaginario con su poder simbólico, gestionado por los inmensos poderes del inconsciente, incluye sentimientos, sueños, memorias, anticipación, evaluación de alternativas, mezclas y fantasías. Es el mundo de la realidad potencial. Un tesoro a nuestro alcance. Una reserva inagotable que nos permite que la realidad limitada de lo racional, propio o adquirido, nos resulte asfixiante. En este mundo el lenguaje del mito, el símbolo, la analogía, la inspiración y la intuición, nos proporciona un marco de libertad y creatividad que nunca se agota. En la medida que lo pisciano está en todos nosotros, incorporemos esta parte de la realidad a nuestra vida cotidiana, dentro de su propia dinámica y en convivencia con el resto de las realidades, para hacer de nuestras vidas un relato abierto y en progreso. Y a nosotros mismos, autores, cocreadores de nuestra propia realidad actual.  

 

Símbolo sabiano

Esta lunación se produce en el grado vigésimo cuarto de Piscis, el que comienza en 23º00´.

XXIV       Una isla habitada, rodeada del vasto océano.

Este símbolo así de breve nos expone otra imagen de la paradoja pisciana. Todos somos islas y todos estamos unidos por el mar. Podemos cambiar isla por nave y mar por cosmos. Y tendremos también la imagen de un templo. Así como los conceptos de individualidad y colectividad. También la transitoriedad de todas las experiencias y relaciones. ¿Quién no ha sentido que somos naves flotando a la deriva que se acercan a otras por un tiempo, hasta que las corrientes nos llevan en direcciones diversas?

La dualidad pisciana de la conexión y la individualidad se resalta aquí también. Y como los buenos problemas divergentes, no tiene una solución única, universal o definitiva. Es una metáfora de la existencia polar entre dos extremos: sentir soledad y saber que es una ilusión tal sensación. Y explorar todas las gamas intermedias de tales sensaciones.

 

Fragmento del libro Ángeles y Genios en la Astrología Caldea, de Arturo González Mata  

Genio correspondiente al decanato: Nombre caldeo, Atembui. Tercer Decano de Piscis. Planeta: Nergal o Marte. Nombre Grecolatino: Elpis.


Cara exterior:

1.    Capacidad y voluntad para acabar cualquier tarea o un periodo de la historia de un colectivo. Para llevar todo hasta su conclusión. Terminar ciclos para poder empezar otros.

2.    Para esclavizar y oprimir por la fuerza, o para liberarse de la opresión.

3.    Para traicionar y conspirar, para frustrar las acciones traicioneras o para evitar que se produzcan.

4.    Curación de enfermedades crónicas.

5.    Cualquier actividad intensa o profesional en prisiones, centros hospitalarios o centros de aislamiento.

6.    Éxito y ascenso en la lucha contra la pobreza, la enfermedad y la marginación.

7.    Organización y destrucción de sectas o grupos parasectarios altamente militantes o fanáticos.

8.    Para cualquier trabajo que necesite aislamiento, soledad y una gran energía.

 

Cara interior:

1.    Para concluir cualquier ciclo, especialmente en lo personal.

2.    Capacidad para la curación, especialmente de enfermedades crónicas, o de cualquier tipo si se emplea retiro o capacidad más o menos paranormales.

3.    Capacidad y medios para investigar en aislamiento o soledad.

4.    Para o contra el suicidio. Para o contra las tendencias autodestructivas.

5.    Fuerte energía idealista o fanatismo místico.

6.    Para no ser importunados por predicadores y creyentes religiosos o políticos.

Genio correspondiente al decanato: Nombre caldeo, Tepisatras. Tercer Decano de Acuario. Planeta: Sin o Luna. Nombre Grecolatino: Osiris.


Cara exterior:

1.    Facilidad para romper con la tradición o renovarla.

2.    Para renovar y conectar creativamente a las masas o los países bien uniéndolos a las tradiciones perdidas o bien liberándolos de tradiciones o costumbres en uso.

3.    Universalización de las tradiciones, costumbres y religiones locales. Para conectar con tradiciones, religiones o costumbres foráneas e integrarlas en una unidad común.

4.    Amistades y protecciones, especialmente femeninas. Para obtener el apoyo de mujeres y grandes masas.

5.    Para promover proyectos y hacerlos populares.

6.    Para hacer proyectos que beneficien a un gran número de personas.

7.    Para la liberación de la mujer, especialmente de las facetas de ama de casa y madre.

8.    Para liberarse de la familia o atarse a ella.

9.    Para liberarse del planeta y poder abandonarlo.

10. Para ensayar y promover socialmente formas de convivencia no restrictiva y obtener sobre todo local o nacionalmente ambientes libres.

11. Para la industria de los electrodomésticos, construcción rápida con prefabricados.

12. Para promover el progreso social y técnico de las masas.

13. Para todo lo relacionado con la canalización y gestión del agua o cualquier otro líquido o fluido, agua corriente, sistemas de regadío, procesado de líquidos, alcantarillados, gasoductos...

14. Para regularizar las lluvias y suministros de agua.

15. Para producir o evitar tormentas.

16. Para producir o evitar naufragios debidos a tormentas o problemas eléctricos, en sentido literal o figurado.

17. Para triunfar en todo lo relacionado con la innovación en psicoterapia.

 

Cara interior:

1.    Racionalización del instinto.

2.    Intuición y razón unidas o en conflicto.

3.    Razón inspirada o torcida por motivos inconscientes, personales o por intuiciones erróneas.

4.    Consciencia de la tradición unánime.

5.    Intuición para promover o escoger proyectos.

6.    Para coordinar la razón con la intuición o hacer que se interfieran.

7.    Para encontrar maneras innovadoras de realizar los deseos y liberarse.

8.    Para que individuos, familias, países o grupos se liberen de todas las ataduras del pasado sin traumas: culpa, odio, amor, familia, historia, costumbres.

9.    Para liberarnos a partir de nuestro pasado perdido, tradiciones olvidadas.

10. Para modernizar el hogar, disponer de electrodomésticos y que estos y los sistemas de agua corriente funcionen correctamente.

11. Para poder vivir en comunidades experimentales, libres, modernas, medio ambiente urbano.

12. Para adquirir gusto por todo lo nuevo.

13. Para obtener amistades y protecciones sobre todo femeninas, que nos ayuden en la realización de nuestros deseos personales.

14. Para obtener amistades con gustos y proyectos personales similares a los nuestros.

15. Para transformar las relaciones de familia en relaciones maduras y libres de amistad.

16. Para tener múltiples relaciones sentimentales, costumbres no convencionales, convivencia libre sin ataduras.

17. Para obtener la protección de los Dioses Celestes.

18. Para vincular las Religiones Terrestres con las Celestes, para renovar los Cultos de la Antigua Religión y femeninos en general liberándolos de su tendencia conservadora y paralizante. Integración consciente y superadora de los Cultos Masculinos y Femeninos.

19. Vinculación de la Magia del Cielo y de la Magia de la Tierra.

20. Para producir, evitar, solucionar o provocar tensión nerviosa, especialmente exógena o debida a restricciones de la propia libertad por motivos emocionales o familiares, tormentas emocionales y problemas de sueño.


 Informe con orientaciones para la siembra mensual

La siembra puede realizarse a partir de la tarde del lunes 15 o martes 16 de marzo.

El lugar de la lunación, el grado 23, en el tercer decanato de Piscis, tiene atribuida su regencia, desde el punto de vista de los genios de la esfera activa simbólica, a Atembui, afín a la vibración de Marte en Piscis. Entre sus simbolismos cabe destacar la resolución de todos los asuntos pendientes e inacabados. En cualquier ámbito, lo que incluye la salud personal. También todas aquellas iniciativas de mejora de las condiciones sociales o particulares que supongan paliar, reducir o eliminar situaciones estancadas, asuntos pendientes o mejoras de justicia universal.

El genio correspondiente al par de grados donde sucede la lunación es Tepisatras, asociado al símbolo de Luna en Acuario, que era el genio decano del pasado mes lunar, por lo que continúan en vigor su simbolismo. Describen bien lo que podemos esperar de esta modulación de la energía o entidad: Propósitos, objetivos y las cualidades para lograrlo. Buscar el modo de conservar o recuperar lo mejor de la tradición, así como transformar todas aquellas cosas, situaciones o relaciones que se hayan convertido en rémoras, en obstáculos de las que sería mejor desprenderse. Aplicación de las tecnologías a la mejora de las condiciones de vida, reformas de estructuras y contratos, mejora de la distribución y alcance de las ideas, emprendimiento de proyectos transpersonales, amistosos, idealistas o benevolentes. El amor amistoso o filial como guía de nuestros propósitos y actos.

El momento idóneo para la siembra simbólica es cuando la luna alcanza el primer semisextil, 30º, después de la lunación. Es el momento en el que lo invisible y teórico (la conjunción exacta invisible al ojo desnudo) se manifiesta cuando, si las condiciones del clima lo permiten, podemos ver el primero de luz reflejado en la luna creciente.

Redactando un breve escrito con los propósitos que queramos ver crecer y desarrollarse y repasando mediante la lectura periódica en los días sucesivos, estaremos creando nuestra realidad.

Feliz mes y feliz siembra.

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Créditos:

Los cálculos están realizados a partir de los datos de las efemérides The Rosacrucian Ephemeris 2000-2050, editorial S. Michel. El programa para la elaboración del mapa celeste ha sido Solar Fire, de Astrolabe Inc. Los textos de los genios están extraídos del libro Ángeles y Genios en la Astrología Caldea, de Arturo González Mata Santana, disponible en librerías y en Amazon.

Gracias a Esmeralda V  por sus correcciones.

El texto, la edición y notas a cargo de José Solís. Más información y contacto: Blog  Facebook.