lunes, 25 de agosto de 2025

Primera neomenia en Virgo 2025 (habrá otra)

Esta tarde (25/08/2025) si la atmósfera lo permite, a la puesta de sol veremos el primer hilo de luz lunar tras varios días de invisibilidad por su cercanía al Sol. Ese es el inicio del mes lunar observable, a diferencia del mes lunar calculado matemáticamente cuyo inicio fue la coincidencia de longitud eclíptica como muestra este mapa:


 

¿Qué es la realidad?

En el cielo no hay tregua. No existe la quietud ni la inmovilidad, todo es un proceso incesante de movimientos en un universo en expansión apenas imaginable. Y sin embargo nuestra educación como humanos es que el tiempo es algo lineal o incluso circular, reiterado, con inicios y finales. Por eso tenemos que recordar con frecuencia que eso es solo nuestra costumbre, derivada de nuestra limitación sensorial y cultural, que prefiere un tiempo narrativo, sometido al discurso de alguien y decorado secundario de nuestro universo emocional. 

Por eso más de un siglo tras los avances del conocimiento de vanguardia no hemos integrado socialmente las implicaciones de un universo en el que el espacio y el tiempo ya no son aspectos separados sino un mismo flujo indisoluble. Así nos va.

El gran gestor de la vida humana es el cerebro que, con sus poderes y limitaciones, nos permite la ilusión de una realidad estable, reiterada o al menos manejable para nuestros intereses personales y colectivos. Pero ya Heráclito, hace más de 2500 años, dejó dicho que nadie se puede bañar dos veces en el mismo río, pues cambia el río y cambia la persona.

Así que el procedimiento cerebral es utilizar sabiamente la abstracción, la analogía y la simplificación para generar un mapa con el que poder afrontar las necesidades y desafíos de la supervivencia de nuestro flujo particular centrado en la continuidad del yo al servicio de la continuidad de la especie, en este incesante baile en bucle entre huevo y gallina, entre semilla y árbol, que la vida ha encontrado para navegar en este universo en danza perpetua.

 

El mapa no es el territorio

Como era de esperar, pues pasa siempre con los mapas, este mundo intermedio entre lo fenoménico exterior y lo subjetivo interior (aceptemos esto a efectos de esta breve explicación) corre el mismo riesgo de todo mediador que es perder su función e independencia. Se suele decir de modo abreviado que el mapa no es el territorio, pero la tendencia normal es a que se nos olvide, aunque solo sea por simple comodidad. Por cierto, que de este olvido derivan gran cantidad de las desgracias que nos acosan en la vida diaria, siendo especialmente notables los problemas por no incluir datos en los mapas. Por ejemplo, no incluimos el factor de caducidad o duración estimada y luego nos hacemos los sorprendidos de que las cosas, los seres, los procesos, cambian o se terminan.

Y aquí vamos con otro aspecto de los mapas o modelos de la realidad que son los grados de libertad que aplicamos a estas interpretaciones o medios de referencia.

Recordemos: No vivimos en la Realidad, vivimos en un modelo de la realidad que nos han proporcionado a lo largo de nuestro desarrollo y formación, que asumimos como propio en la medida en que también lo modificamos ligeramente con nuestras aportaciones y que sostenemos con nuestra retroalimentación cotidiana. 

 Recuerda que de niño te dijeron que existían seres invisibles y poderosos que alteraban tu vida (Santa Claus, los Reyes Magos, el ratoncito Pérez, el Que Todo lo Ve, etc.) y de los que puede que te hayas liberado o no, en función de distintos factores, o incluso hayas incrementado con tus propios esfuerzos (el Juez kármico, el Hombre o la Mujer perfecta, el Mercado, el Estado, la Patria, etc.) porque consideras que son parte imprescindible de tu vida. O quizás solo eres una buena persona que le gusta sentirse integrado en algo mayor (la familia, los amigos, la nación, la pareja, la parroquia, la empresa…) y pagas el pequeño precio de integrar sus mapas con los tuyos porque es lo más sencillo y gratificante.

Pero ahora voy a detenerme en ese camino hacia la raíz para volver al presente con una muy buena noticia.

Luna nueva, Nuevo Mes

Comenzamos una nueva fase dentro de estos incesantes ciclos superpuestos que conforman la trama y la urdimbre sobre la que tejemos nuestra vida.

Esta fase tiene muchos símbolos hermosos, como este de tejer, también el del hilo de Ariadna que ayuda a salir del laberinto o el huerto/jardín cultivado con cuidados y atención que proporciona salud, alimentos y medicinas de diversos modos, incluida la satisfacción de sentirse útil.

En el mundo tradicional de la sabiduría perenne, transmitida mediante los símbolos y las evocaciones narrativas, fue hace muchos años una figura alada en forma de ángel con una espiga en la mano para evocar la explosión de los granos en la planta, belleza de los pastos y abundancia del potencial alimento. Potencial pues como nos pretende enseñar la fábula de la cigarra y la hormiga, podemos vivir el instante de bienestar presente o prevenir la necesidad futura y tomar las medidas necesarias para aliviar el sufrimiento futuro derivado de la escasez. Esa es la otra historia bíblica de las siete vacas flacas que devoran a siete vacas gordas.
 

Es conocido el experimento realizado con niños pequeños a los que se les da a elegir entre la recompensa inmediata de una golosina por la tarea realizada o multiplicar el premio si dilatan la espera un tiempo determinado. Luego se nos dijo que quienes sabían contener su deseo se convertían en adultos más exitosos que los que preferían el disfrute inmediato. 

Sin entrar en detalles innecesarios del experimento, pues ya los antiguos sabían de esto y nos lo enseñaron de muchos modos, lo que podemos resaltar es la ley natural de que si arrancas temprana la planta no comerás sus frutos.

Esta es la buena noticia: El arquetipo Virgo abarca este y otros símbolos relacionados con la organización, el cultivo, la cosecha, la digestión, y los cuidados. Estamos en un mes triplemente virgo pues la lunación ha tenido lugar al amanecer (Sol y Luna ascendiendo por el Este) y eso nos sugiere un tiempo propicio para la armonía de sentir, ser y actuar en una misma vibración, una misma melodía que suena dulce, afrutada, jugosa, prometedora y sumamente hermosa. Un tiempo de excelencia y abundancia que solo requiere dulzura y cuidados en la recolección en el momento idóneo, con la actitud y métodos apropiados para lo que se pretende, sabiendo separar el trigo de la paja, lo sano de lo impuro, lo adecuado de lo tóxico. Es decir, un requisito de presentar atención al proceso, equilibrando los objetivos con los recursos disponibles. 

Un tiempo para poner en marcha tus mejores proyectos de mejora en lo cotidiano, de cambios estratégicos en salud, nutrición o cuidados. Comienzo o renovación de hábitos. Tanto para abandonar algunos como para crear los que elijas. ¿Recuerdas todas esas costumbres que a veces se asocian al inicio de año? Pues ahora puedes ponerlas en marcha con muchas más posibilidades de éxito. 

Es conveniente no ceder a la ansiedad del perfeccionismo centrado en el resultado, ni tampoco olvidar que lo mejor es enemigo de lo bueno. La tarea se realiza en función de las posibilidades y sin olvidar mantener la alegría y el propósito de servicio e inofensividad. Con respeto a quienes dependen de nosotros o están a nuestro cuidado, subordinados, mascotas, indefensos o necesitados. Porque lo importante es el proceso y esta solo es una fase. Muy importante, pero una fase. 

Este mes no voy a incluir ninguna sugerencia basada en los textos antiguos de la magia caldea ni de ninguna otra, pues la auténtica magia es la voluntad consciente comprometida con la tarea elegida libremente. Eso es todo. Ni más, ni menos. 

Feliz cosecha 

José Sol


En sintonía con este tempo me ofrezco a darte información y orientación en este mundo de lenguajes simbólicos, ciclos y mapas narrativos. Aprende a aplicar estos conocimientos en tu propio itinerario vital.

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