martes, 30 de julio de 2013

La restricción bien entendida...

restricción.
(Del lat. restrictĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de restringir
 

restringir.
(Del lat. restringĕre).
1. tr. Ceñir, circunscribir, reducir a menores límites. 

2. tr. Apretar, constreñir, restriñir.
 

 
Hexagrama 60 

CHIEH 

La Restricción



DICTAMEN

La Restricción. Éxito.

No se debe ejercer con persistencia una restricción amarga.
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Interpretación y consideraciones:
Carol K. Anthony (extraído de su libro: Guía del I Ching)



"Este hexagrama tiene relación con nuestros propios límites, los cuales comprenden el comportamiento correcto. Puesto que hemos absorbido algunas ideas de nuestra cultura que el I Ching considera decadentes, este hexagrama recuerda que los límites son esenciales para alcanzar nuestras metas. Con mucha frecuencia, lo que consideramos límites morales correctos es considerado por el I Ching como decadente.

La restricción nos dice cómo aceptar que nuestro destino es aprender a reaccionar correctamente ante los desafíos y las adversidades. Aceptar quiere decir que eliminamos en nuestro interior todo lo que se resiste a pasar por el necesario proceso de aprendizaje. Podemos estar dispuestos espiritualmente, pero la lógica se resiste; podemos tener el consentimiento de la lógica, pero el cuerpo se rebela. Necesitamos obtener el consentimiento de todas las partes de nosotros mismos: un consentimiento que no es condicional ni partidista. Mientras exista un atisbo de resistencia, tenemos que imponernos una disciplina, aun cuando esa parte que se resiste pueda ponderarla de "amarga".

Los límites que observamos tienen relación con el hecho de que somos andariegos en un país extranjero; no debemos proceder de forma presuntuosa, como quisiéramos, o con arrogancia. Los cambios se pueden lograr sólo a través de la comprensión de la naturaleza del problema, alcanzando la ayuda del sabio, y dependiendo del poder de penetración de la verdad interior. Esta forma de conseguir un cambio al principio puede dar la impresión de débil y restrictiva, pero después, cuando vemos que la verdad sale fortalecida y que los cambios cuentan con la aprobación universal, nos percatamos de cómo la restricción da sentido a la vida y poder para el bien.

En primer lugar es necesario llegar a un entendimiento sobre cuál es la verdad interior de cada situación. Entonces confiamos en ella para señalar el vehículo de cambio. Este vehículo a menudo se mantiene desconocido para nosotros, hasta el instante en que podemos usarlo. En algunos casos, el problema puede ser completamente resuelto; otros problemas muy antiguos sólo pueden resolverse a través de pequeñas mejorías conseguidas en un largo período de tiempo.

Al interpretar las líneas de este hexagrama debemos recordar que cada línea tiene que ver con las limitaciones.


"Salir del portón" significa que ya sea avanzando o retirándose, tenemos que tener en cuenta los límites correctos.

Finalmente, para que los medios de acción del I Ching produzcan resultados a través de la fuerza del carácter, han de obtenerse mediante una práctica prolongada de la restricción propia. Tal práctica requiere que seamos pacientes y amables con nosotros mismos. No debemos intentar un desarrollo personal demasiado grande, ni demasiado pronto, o concentrarnos en la meta con ambición. De la misma forma, debemos evitar ser demasiado ascéticos, flagelarnos por nuestros errores, o hacer votos o pactos. Tal visión de ascetismo proviene de una fuente equivocada. Parece que una vez que nos damos cuenta de que la restricción y el desarrollo personal son necesarios, el ego trata de forzar el camino hacia adelante de un solo golpe; este esfuerzo conlleva la adopción de fetiches, prácticas poco comunes, comportamiento obsesivo, o cualquier otro procedimiento que equivocadamente imaginamos que nos va a ahorrar pasos. La presencia del ego presagia la derrota, porque no podemos conseguir nuestras metas con sus medios. Sólo un esfuerzo gradual, suave, modesto y perseverante, nos permite progresar sin estimular el poder del ego.

A lo largo del trabajo consistente en aplicar la restricción sobre nosotros mismos, estamos poniendo trabas a los inferiores del cuerpo, que están acostumbrados a salirse con la suya. Podemos limitarlos, más fácilmente, si les explicamos que necesitamos su cooperación; podemos conseguir su cooperación con mayor facilidad si les explicamos que estamos aprendiendo nuevas formas de tratar los problemas, formas que son más efectivas y seguras que aquellas a las que están acostumbrados. Este procedimiento es como decirle a un niño de doce años, frenético por comer, que no deje que el estómago gobierne la cabeza: el efecto puede ser sorprendente. Nuestros inferiores necesitan ver que nuestro ego es una pequeña mancha de miedo que proyecta una sombra enorme. ¿Vamos a dejar que una mancha nos gobierne?"

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